El pasado 25 de febrero se dio a conocer que la Policía Federal (PF), resguardará los museos, zonas arqueológicas e institutos del INAH incluyendo la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Este hecho se suma al clima de militarización en nuestro país que tiene hoy a cerca de 100 mil efectivos militares en las calles y una inmensa maquinaria policiaca y de inteligencia. Hoy los militares son ocupados en labores policiacas (como es el caso de la PF) de patrullaje en las grandes ciudades. Esto es ya una realidad en lugares como Ciudad Juárez, Michoacán, etc. y la situación se extiende a Ciudad Netzahualcóyotl, Edo. De México y a colonias del D.F. Es un hecho que estas medidas no terminan con la inseguridad y el accionar de los grupos delictivos, antes bien, son los trabajadores, las mujeres y la juventud los que pagan el costo de las mismas, bastan para ejemplificarlo, los asesinatos de trabajadores y trabajadoras cuando vuelven a su hogar tras la jornada laboral, las familias enteras acribilladas por la desventura de cruzar por un retén militar, los asesinatos de luchadoras sociales como Marisela Escobedo y Susana Chávez y el incremento de los feminicidios y la criminalización de la juventud. Asimismo, el aumento de violaciones a derechos humanos, la desaparición forzada y la impunidad con que se cometen estos crímenes, también son consecuencia de esta supuesta guerra contra el narcotráfico.
Ahora, nos enteramos que la PF represora y asesina del pueblo de Atenco y de Oaxaca en 2006, del SME y conocida por cometer violaciones de mujeres, la misma PF que tomó las instalaciones de la UNAM en el año 2000 y que en Juárez también reprimió a los estudiantes de la UACJ e hirió con arma de fuego al estudiante Darío Álvarez Orrantia estará encargada de “resguardar” el patrimonio histórico además de centros de cultura y educación. Rechazamos este nuevo ataque a la autonomía de una institución tan importante como la ENAH, este intento de militarizar las instituciones educativas del país y nos solidarizamos con su lucha por frenar esta ofensiva en el marco de un esfuerzo mucho más amplio un gran movimiento contra la militarización. Quienes integramos la Agrupación Estudiantil ContraCorriente creemos que para lograr avances en esta dirección, hay que multiplicar la realización de reuniones de discusión entre estudiantes, profesores y trabajadores de la ENAH y el INAH buscando incentivar la participación a través de comités contra la militarización y la realización de foros, proyecciones y discusiones que permitan integrar a esta, a más compañeros que vean la necesidad de dar esta pelea contra la militarización y la represión.
Para fortalecer esta perspectiva, creemos que a la demanda de la salida de los militares de las calles, hay que articularla con la lucha por frenar los feminicidios, la criminalización de la juventud, la represión a los luchadores sociales, periodistas y defensores de derechos humanos y por la liberación de los presos políticos. Junto a ello, esta lucha debe ir de la mano de la movilización combativa y unitaria contra los planes que Calderón y su gobierno.
¡Alto a la militarización del país!
¡Fuera cuerpos represivos de las instituciones educativas y del país!
¡No a al criminalización de la juventud y de los luchadores sociales!
¡Respeto a las autonomías universitarias!
¡Solidaridad con la ENAH y el INAH!
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