martes, 3 de mayo de 2011

Construyamos un movimiento nacional contra la militarización del país.

En los últimos días todos los partidos del Congreso sometieron a discusión una Ley de Seguridad Nacional que debe de alarmar y poner en emergencia a estudiantes, campesinos, trabajadores y clases populares. Como lo han reseñado muchos periodistas, dicha ley da facultades legales para que el gobierno con ayuda de los partidos patronales en el Congreso de la Unión, profundice la militarización del país (en esta ley se da un gran poder a las Fuerzas Armadas en asuntos laborales y sociales, con el pretexto de la Seguridad Nacional).

Si el gobierno de Calderón ha basado su gobierno en el apoyo de las fuerzas armadas (dando millones del presupuesto nacional al fortalecimiento del SEDENA en la llamada “guerra contra el narcotráfico”), la aprobación de dicha ley aceleraría y empeoraría la situación de barbarie que estamos viviendo actualmente. Los llamados “daños colaterales” (incluidos en los 40 mil muertos y 25 mil desaparecidos) son sólo una muestra de lo que hasta ahora han dejado los 5 años de gobierno de Calderón. La brutalidad ha llegado a extremos demenciales, las llamadas narcofosas en el estado de Tamaulipas; el aumento de feminicidios y juvenicidios en todo el país, la situación de nuestros hermanos migrantes de Centro y Sudamérica (extorsionados, asesinados y secuestrados en la llamada ruta de la muerte), la situación en Ciudad Juárez (en donde fue baleado el compañero universitario Darío) considerada la ciudad más violenta del mundo entero, nos debe de poner en estado de alerta de hasta donde puede llegar el espiral de violencia (causa de la actual estrategia del gobierno) si no ponemos un alto por medio de la organización y la lucha.

La llamada operación “Rápido y furioso” (en donde agentes de inteligencia norteamericana permitieron la introducción de grandes cantidades de armamento a territorio nacional para los sicarios al servicio del narco), los cables de Wikileaks que mostraron el rol de la Casa Blanca en la estrategia de seguridad en toda la frontera Norte, y las escandalosas declaraciones de Hilary Clinton (que llamó a reforzar más la política militarista del Estado), muestran que la estrategia del gobierno está dictada desde la Casa Blanca y expresan el salto de la subordinación del gobierno mexicano al de Obama. No podría ser de otra manera con las instituciones de este régimen entreguista que aprueba reformas y planes de miseria y hambre como la Reforma Laboral. Por ello la lucha por defender las libertades democráticas esta ligada a la lucha contra las condiciones de miseria del país. La misma militarización intenta también contener el descontento y la organización del movimiento obrero, que en días pasados vimos salir a las calles contra la nueva ley federal del trabajo.

En este contexto se inscribe el llamado a la movilización convocada por el poeta Javier Sicilia (cuya caravana comienza el 5 de mayo en Cuernavaca y partirá en el D.F desde la Ciudad Universitaria al Zócalo), en donde diferentes organizaciones llaman a la conformación de un “movimiento nacional por la justicia y la dignidad” que cuestiona la militarización. Sin embargo, en este llamado nos pide que lleguemos a un “pacto nacional” de la sociedad civil convocado por quienes están “al frente del país”, y pide a los sicarios que vuelvan a su "código de honor”. Este llamado, no puede ser encabezado por los verdugos materiales e intelectuales de los trabajadores y el pueblo, que no son sólo parte de los grupos del narcotráfico, si no que incluye entre otros a grupos paramilitares que están lejos de “códigos de honor”. Por el contrario, esta caravana debe ser un primer paso en la construcción de un gran movimiento contra la militarización del país (causa de la actual barbarie) en donde estén integradas organizaciones sindicales, estudiantiles, de derechos humanos y de izquierda, que desde las bases y con un plan de lucha a nivel nacional enfrenten este duro ataque a nuestras libertades democráticas.

Es por eso que llamamos a los estudiantes, académicos y trabajadores a la conformación de “comités contra la militarización” que realicen acciones permanentes, y que por medio de la lucha en las calles, desde una perspectiva de movilización y lucha independiente, enfrente la militarización. Al mismo tiempo, creemos que es urgente que las organizaciones sindicales convoquen a un gran paro nacional contra la militarización y los planes del gobierno. Esta propuesta hay que impulsarla en universidades, escuelas, centros de trabajo, barrios y colonias, en la perspectiva de unificar el descontento y realizar grandes jornadas de movilización hasta detener los ataques contra los trabajadores, el pueblo pobre y la criminalización de la juventud, así como alzar la voz contra los feminicidios y los juvenicidios y exigir la disolución de los cuerpos represivos y de los grupos paramilitares.

Reunión: Construyamos un enorme movimiento nacional contra la militarización del país:


Jueves 12 de mayo a las 15: 00 horas. Salón P115 de la Facultad de Ciencias de la UNAM.




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