Por el derecho democrático a disentir
Ante la campaña de calumnias, difamaciones y señalamientos contra los colectivos estudiantiles de la UNAM, las organizaciones independientes de izquierda y la Agrupación Estudiantil ContraCorriente en el movimiento #YoSoy132.
En las últimas
semanas se ha desplegado una campaña virulenta contra la participación
de los colectivos estudiantiles de la UNAM, las organizaciones
independientes de izquierda y la Agrupación Estudiantil ContraCorriente
en el movimiento #YoSoy132, a todas las cuales se las “identifica” como “ultras” y “nostálgicas de la huelga de la UNAM”.
Por medio de las redes sociales y señalamientos en
numerosas asambleas de la UNAM, la UAM, la ENAH, Universidades de los
estados y hasta en las universidades privadas, se ha reproducido una
verdadera campaña de linchamiento que, en algunos casos, evoca al
macartismo en EEUU.
No sólo se levantan acusaciones como la de que, estas
agrupaciones y activistas somos “divisionistas”, de que somos “revienta
asambleas”, o la de que los “ultras” de la huelga de la UNAM quieren
“apoderarse” del movimiento #YoSoy132. Y en algunas asambleas incluso se
ha llegado a señalar que no deberíamos ser parte del movimiento porque
“promovemos el disenso”. Además de claras calumnias y difamaciones que
sostienen que la izquierda independiente es “priista” o que le hace el
“juego a la derecha”.
Es necesario considerar que todo movimiento estudiantil
que surge con nuevos bríos, debe recuperar lo conquistado por la
historia y la tradición democrática de las luchas juveniles y
estudiantiles del pasado, para no partir de cero en cada nueva lucha y
recuperar las mejores lecciones que nos heredaron a las nuevas
generaciones.
Una metodología sana y honesta que priorice el debate
público y directo en las discusiones políticas, así como la libertad de
expresión y de tendencias es parte de estas lecciones.
Por ello, cualquier intento en el movimiento, de lograr
separaciones y/o expulsiones de integrantes del movimiento,
descalificándolos con argumentos como el hecho de que ser minoría en las
posiciones políticas o disentir alimenta el “divisionismo” y “una
actitud rupturista”, deben ser rechazadas rotundamente, ya que no abonan
al fortalecimiento del “#YoSoy132”, ni al desarrollo sano de la
discusión política y democrática para todo movimiento que se reivindique
democrático incluyente y plural.
Si existe realmente una voluntad unitaria y de superar
las falsas polarizaciones y los métodos incorrectos –como se expresó en
la última reunión de la Asamblea General Interuniversitaria del viernes
22- las resoluciones que se hayan tomado en ese sentido deben
reconsiderarse bajo el principio del derecho democrático al disenso.
A esta lucha que para amplios sectores de la juventud mexicana es una legítima expresión del descontento, como ContraCorriente
la hemos abrazado haciéndonos parte de sus asambleas, planes acción,
brigadas y movilizaciones. Todos nuestros integrantes plantean sus
posiciones políticas públicamente y son conocidos personalmente en sus
asambleas.
Todas las intrigas y la actitud persecutoria que se ha
venido expresando contra nosotros –como parte de una campaña contra
organizaciones y activistas de muchos años de trabajo en el movimiento
estudiantil y colectivos de izquierda—, consideramos debe detenerse ya
que no abona a la unidad del #YoSoy132 y a un ambiente democrático
elemental en todo movimiento de lucha.
Llamamos a la comunidad universitaria, académicos,
intelectuales, artistas y personalidades de la cultura; a las
organizaciones obreras, sindicales, de derechos humanos; a las
organizaciones políticas y de izquierda a pronunciarse públicamente en
este sentido.
Agrupación
estudiantil ContraCorriente
Lunes 25 de junio de 2012
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